Soy Annita Ribera, profesora de Yoga Terapéutico y Pilates Funcional.

Acompaño a mujeres a reconectar con su cuerpo, sus ciclos y sus ritmos vitales a través del movimiento consciente, sin exigencias y con los pies en la tierra. Porque cuidarse no debería ser otro motivo de estrés.

Crecí en el bosque, rodeada de estaciones, árboles y silencios (y muchos mosquitos tigre). Desde pequeña entendí que todo en la vida va por ciclos. Esa forma de mirar el mundo se me quedó grabada… aunque tardé un poco en aplicarla a mí misma.

La primera vez que fui a yoga fue, literalmente, sin tener ni idea. Elegí la clase que mejor me cuadraba con el horario… y era Kundalini. Salí de allí mareada de tanto pranayama, sin entender nada, y pensando: “¿Esto cómo se supone que me va a ayudar con el dolor de espalda?”. Spoiler: nunca lo sabremos, no le dio tiempo.

Unos días después, por pura curiosidad, entré en la clase de después. Era Hatha Yoga. Y ahí sí: mi yo capricorno quedo cautivado: precisión, presencia, saber por qué hacía cada cosa y cómo colocar el cuerpo. Me encantó. Poder concentrarme (y reconcentrarme) en el cuerpo me dio una paz que no había sentido en mucho tiempo. Y desde entonces, no he parado.

He seguido explorando formas de movimiento que nos ayuden a sanar, a entendernos y a acompañar los cambios con más presencia y menos culpa. En mis clases mezclo yoga, pilates y una buena dosis de escucha corporal para que aprendas a moverte según cómo estás y no según cómo “deberías estar”.

Mi idea es sencilla: ayudarte a moverte desde tu energía real. Con días potentes, días suaves, y días en los que la victoria es ponerte la esterilla. Porque cuando recordamos que somos cíclicas, todo encaja mejor… y el cuerpo, por fin, respira en paz.